Carnaval en el Barrio

Estando en la ciudad de Tela, una noche nos preguntaron que si queriamos ir a un carnaval Garifuna que se realiza una vez al año en el pueblo de San Juan Bautista. Parte del grupo de periodistas que andabamos respondimos que si muy emocionados. Asi que nos dirigimos hacia el carnaval. Esa misma tarde habiamos visto un show con musicos y bailarines Garifunas, y era mas o menos la expectativa que teniamos para la noche. Cuando llegamos, la primer imagen que vimos fue la fotografia de abajo.

Resulta que los Garifunas, parte de sus celebraciones es hacer una especie de "carreras de cintas", aunque en vez de atrapar un anillo mientras van a todo galope sobre un caballo, lo que hacen es colgar gallinas, cabalgan a toda velocidad y quien logre arrancarle la cabeza a alguna gallina, se queda con el resto del cuerpo.


Seguimos caminando y llegamos a un puesto donde se vende pollo frito. Una de las compañeras periodistas pregunto si ahi realizaban trenzas en el cabello y cuanto le costaria eso. Despues de negociar un poco acordaron que por $5 le harian trenzas en toda la cabeza. Asi que en lo que esperabamos me puse a fotografiar el carnaval, cuyo evento principal ya habia finalizado horas antes. A estas alturas, los habitantes ya estaban borrachos y continuaban tomando.


Camine un poco y llegue a la entrada de la Casa Comunal, la cual habia sido convertida en una gran discoteca. Adentro no habia luz de ningun tipo, mas que la que se filtraba por la puerta de entrada, y el olor a sudor era muy fuerte. Sali un rato y comence a fotografiar a las personas que llegaban a la discoteca, casi todos Garifunas.

Adentro y afuera se podia ver de todo, desde gente borracha hasta mujeres buscando "levante". Algo que me llamo mucho la atencion fue que llegaban muchas mujeres jovenes y embarazadas, entraban solas y salian acompañadas. La fiesta en el Barrio estaba muy caliente.

Los que no entraban a la discoteca, simplemente observaban a quienes llegaban, y la gran mayoria ya se encontraban "volando muy alto".

De alguna u otra forma, los adultos buscamos escapar de la realidad, con cualquier tipo de sustancia. O se busca cualquier excusa, como un carnaval, para emborracharse. El problema es que en ese estado no se miden consecuencias, y al final quienes terminan pagando los errores son las personas mas cercanas a nosotros.