En un principio quería llamarle amor prematuro, o amor de adolecente. Porque ese color tiene, verde. Y es inmaduro. A veces eso nos pasa. Que con los años logramos madurar ese amor por la gente. Lo desarrollamos. Logramos crecer, evolucionar y alargar esos lazos con las personas que amamos. Pero resulta que muchas veces nos dejamos engañar. No sé si por la razón, o simplemente el corazón se vuelve más rebelde con el tiempo o tiene su mente propia. Yo diría que ambas. Porque a mi resulta difícil controlarlo en estos tiempos de soledad. Porque sí, eso son los tiempos de ahora. Mucha gente, poco amor y mucha soledad entre multitudes y multitudes.
Cuando me agaché ese día y vi entre las piedras esas hojas no pude pensar en otra cosa que eso. En corazones. De esos que a veces hemos dibujado en el cuaderno cuando nos gustaba alguien en el colegio. Y bien pueden recordar las veces que junto a todos esos corazones chuecos, porque si que lo eran, muy chuecos, estaba el nombre de ese enamorado. Que muchas veces nunca se llegó a materializar.
Siempre desde que tengo memoria recuerdo haber escuchado decir “ Sí, espero a mi príncipe azul”, y yo como tenía ganas de decirles en esas ocasiones, que tal vez yo no era un príncipe, pero que sí estaba dispuesto a vestirme de azul y así, demostrarles que podía ganarles el corazón. Así, sin mi caballo, ni mi espada, ni mi castillo, ni todo el oro de un reino trágico. Porque solamente eso podría ser ese príncipe azul. Un príncipe trágico. Porque nunca se dignó a salir de esa catillo y desposar a todas esas damas que todavía en la actualidad sueñan con él.
El amor es algo tan complejo y a la vez sencillo. Solo basta dejarse querer y abrir la boca para decirle a ese alguien, un simple, te quiero.
Cuanto te quise, y cuanto te hubiese querido querer. Y lo digo en todos los tiempos, en el pasado, en el presente y en el futuro. De veras, te quise y te querré siempre. A vos, quién sea que seas, que todavía no me conoces y que quizás nunca me conozcas. A esa que pienso que quiero y que no llegue a tener. Porque así como soy, seguro te asustas y te vas al darte cuenta de que solo te quise querer, y que lo único que quería era tenerte solo un día más.
Dedicado a todos esas personas que nos marcan. A todos esos amores que son breves pero que son fulminantes.
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